Crear nuevos hábitos no es tan complicado como parece. Muchas veces cuando llegan ciertas fechas en el calendario, nos proponemos un gran número de propósitos:
Adelgazar, hacer más deporte, dejar de fumar, leer mas libros, tocar un instrumento…
Empezamos con mucha energía y ganas, para posteriormente al mes darnos cuenta de que el globo se ha desinflado y que de esa lista de nuevos propósitos no hemos cumplido nada por falta de constancia.
Aquí, es cuando la frustración aparece, nos invade y nos invita a tirar la casa por la ventana dejando de lado esos propósitos que nos hacían tanta ilusión al comenzar el año.
¿Te ha pasado? Creo que a todo el mundo le ha ocurrido alguna vez. Lo que no te han contado es que los hábitos tienen su truco, es decir, hay una ciencia detrás que conociéndola hace que la creación de hábitos nuevos y la desaparición de hábitos nocivos sea mas sencilla de lo que parece.
La clave está en entender cómo funciona nuestra conducta y cómo podemos aprovechar esa lógica a nuestro favor.
El primer paso para crear un hábito es definirlo bien. No vale decir “quiero estar más sano” o “quiero estudiar más”. Eso son resultados, no comportamientos. En cambio, si te propones “comer verdura dos veces por semana” o “leer 10 páginas al día”, ahí sí estás dándole forma a un hábito concreto y medible.
Otro punto importante es el contexto. Nuestro entorno influye muchísimo en lo que hacemos. Si quieres estudiar y tienes el móvil en la mesa, la tentación será demasiado fuerte. Adaptar tu entorno al hábito que buscas —como dejar el teléfono en otra habitación— puede marcar la diferencia entre lograrlo o abandonarlo.
Además, es clave ponerse metas realistas y progresivas. No sirve empezar una oposición queriendo estudiar ocho horas diarias de golpe; lo más probable es que abandones pronto. Mejor comienza poco a poco, cumple mini objetivos y prémialos con algo que disfrutes: un descanso, un paseo o incluso felicitarte a ti mismo. Esos pequeños refuerzos hacen que quieras seguir adelante.
Por último, recuerda que la flexibilidad es fundamental. No pasa nada si un día fallas. Lo importante es volver al día siguiente. Nadie es perfecto y construir hábitos lleva tiempo. Incluso un registro sencillo en el que apuntes tus avances puede convertirse en un gran aliado. Al final, no se trata de cambiar de vida de la noche a la mañana, sino de dar pasos firmes y constantes hacia la persona que quieres ser.
Y recuerda: si sientes que ciertos hábitos negativos están afectando tu bienestar y te cuesta cambiarlos por tu cuenta, acudir a terapia puede darte las herramientas necesarias para lograrlo. No tienes que hacerlo solo, pedir ayuda también es un gran paso hacia el cambio.
En te ayudamos a trabajar los hábitos que más afectan tu bienestar y a construir rutinas más sanas y sostenibles. Si sientes que te cuesta hacerlo solo, pide tu cita con nosotros y comienza hoy mismo el cambio que necesitas.
En Clinicadepsicologia-apm te ayudamos a trabajar los hábitos que más afectan tu bienestar y a construir rutinas más sanas y sostenibles. Si sientes que te cuesta hacerlo solo, pide tu cita con nosotros y comienza hoy mismo el cambio que necesitas.